¡Hola, amantes (o no tanto) de la tecnología!

¿Cómo están? Flor por aquí, con mi dosis semanal de tech-news para que arranquemos el finde con la cabeza en el futuro 🚀 (pero sin problemas de ansiedad, por favor).

Hoy vamos a hablar de algo que suena a película de ciencia ficción – ¿ya vieron la nueva temporada de Black Mirror? – pero que está más cerca de lo que pensamos y es algo que está en boca de todos. ¿Vieron esos días en los que uno siente que el futuro ya llegó? Bueno, agárrense y tengan paciencia, porque el futuro cuántico viene con todo… y trae un par de desafíos bajo el brazo.

El “Día Q”: ¿Qué es eso y por qué deberíamos estar (un poquito) atentos?

😶‍🌫️Imaginemos que internet es como nuestro cuaderno de secretos, donde guardamos todo: desde la clave de Wi-Fi del vecino (guiño, guiño) hasta nuestros datos bancarios, pasando por esa foto vintage de cuando usábamos ropa horrible de los 2000. Para mantener esos secretos a salvo, usamos “candados” súper complejos, algoritmos de cifrado que, con las computadoras de hoy, tardarían miles de millones de años en abrirse (Uff, menos mal…). La seguridad de nuestro mundo digital, desde navegar de forma segura hasta mandar mensajes privados y usar VPNs, se basa en esta criptografía. Es la base de la confianza en el ciberespacio ☝️🤓   

A ver, expliquemos esto como si le habláramos a un niño de 10 años que ya sabe armar cubos Rubik con los ojos cerrados (o como para mí, que tengo 32 y aún no puedo armar una sola cara del maldito cubo):

Las computadoras normales (las que usamos ahora) trabajan como si tuvieran interruptores que sólo pueden estar en “prendido” (1) o “apagado” (0). Imaginen que para encontrar algo, van probando una combinación a la vez. Las computadoras cuánticas, en cambio, tienen algo llamado qubits. Piensen en los qubits como si fueran interruptores mágicos que pueden estar prendidos, apagados…o ambas cosas a la vez. ¡Locura total! 

Esto se llama superposición. Si a esto le sumamos otro truco cuántico llamado entrelazamiento, les da una potencia de procesamiento exponencialmente mayor para ciertos cálculos. Esto les permite probar muchísimas combinaciones al mismo tiempo, una velocidad de otro planeta para resolver ciertos problemas.   

Pero, ¿Qué pasa si aparece una especie de “superllave maestra” que abre todos esos candados rapidísimo? Ahí es donde entra la computación cuántica. 

Bueno, el “Día Q” o “Quantum Day” es el momento en que estas supercomputadoras cuánticas serán tan potentes que podrán romper los “candados” digitales que protegen casi todo en internet. ¿Cuándo? Las predicciones varían, algunos dicen antes de 2035, otros en 5 o 20 años. Incluso hay quienes sospechan que ya alguien tiene una de estas “superllaves” en secreto.

Una de las cosas más preocupantes es el ataque “Cosechar Ahora, Descifrar Después” (HNDL). Imaginen que los “malos” ya están recolectando un montón de datos cifrados hoy, con la paciencia de un monje budista, esperando que llegue el Día Q para poder abrirlos como si nada. Es una estrategia a largo plazo, apostando a que la computación cuántica haga que nuestros cifrados actuales sean inútiles.

Ya sabemos qué es el Día Q, pero ¿Qué onda con la IA en todo esto? 🫣

En este quilombo cuántico, la IA juega un doble papel. Es un arma de doble filo. Puede ser usada por los “malos” para mejorar sus ataques en la era cuántica. Herramientas de IA pueden analizar un montón de datos para encontrar puntos débiles en sistemas con cifrado vulnerable a futuros ataques cuánticos. También pueden organizar ataques HNDL más sofisticados, identificando objetivos valiosos y automatizando la recolección de datos. 

Pero no todo es apocalipsis, la IA también nos da una mano 🙌 Puede fortalecer nuestras defensas cibernéticas contra las amenazas cuánticas. Sistemas de seguridad con IA pueden analizar muchísimos datos en tiempo real para detectar patrones raros que indiquen un ataque, incluyendo la preparación para ataques cuánticos.  

La buena noticia (siempre hay una): La Criptografía Post-Cuántica

Para no quedarnos con los brazos cruzados esperando el “Día Q”, la gente que sabe (onda, los del NIST en Estados Unidos) ya está trabajando en nuevos “candados”. Estos nuevos algoritmos, llamados Criptografía Post-Cuántica (PQC), están diseñados para resistir los ataques de las computadoras cuánticas y las clásicas. 

En fin… ¿Qué hacemos mientras tanto?🤷🏻‍♀️

No es para volverse loco, pero sí para estar informados. Como individuos, sigamos con las buenas prácticas: contraseñas fuertes (nada de “123456” o el nombre de tu mamá), autenticación de dos factores, y estar al tanto de estas cosas.   

Para las empresas y gobiernos, el trabajo es más grande: evaluar riesgos, armar planes para migrar a la PQC, invertir en seguridad y colaborar a nivel global. 

La tecnología cuántica, como la IA, es un arma de doble filo. Nos trae desafíos, sí, pero también oportunidades increíbles. Lo importante es estar preparados y abrazar el futuro con toda la información disponible.

Nos leemos el próximo viernes con más novedades del futuro (y del pasado, porque soy nostálgica, qué sé yo) 👋

Abrazo grande,
Flor.