Low-code/No-code: ¿Amenaza o aliado?

Written by Florencia Bailin

junio 26, 2025

Low Code

Hoy vamos a sumergirnos en un tema que, sin duda, está generando mucho debate y curiosidad en el mundo del desarrollo de software: las plataformas Low-code/No-code. ¿Son el futuro? ¿Representan una amenaza para los desarrolladores tal como los conocemos? ¿O quizás son una oportunidad disfrazada? Acompáñenme a explorar este panorama en constante evolución desde nuestra perspectiva en este 2025.

La revolución de la simplicidad: ¿Qué son Low-code/No-code?

Imaginen poder construir aplicaciones complejas sin necesidad de escribir una sola línea de código, o con muy pocas. Eso es precisamente lo que prometen las plataformas No-code. Piensen en herramientas visuales donde arrastran y sueltan componentes, configuran flujos de trabajo con clics y conectan datos casi mágicamente. Ejemplos de esto son Bubble, Webflow para sitios web, o Airtable para bases de datos visuales.

Por otro lado, el Low-code es un paso intermedio. Ofrece la misma interfaz visual, pero permite que los desarrolladores inserten código personalizado (JavaScript, Python, etc.) para extender la funcionalidad, integrar sistemas complejos o afinar el rendimiento. Plataformas como OutSystems, Mendix o Appian se encuentran en esta categoría, brindando un equilibrio entre velocidad y flexibilidad. Ambas categorías comparten un objetivo principal: acelerar drásticamente el proceso de desarrollo, democratizando la creación de software para un público más amplio.

La promesa y el miedo: ¿Realmente desplazan a los desarrolladores?

La principal promesa de Low-code/No-code es la agilidad. Las empresas pueden lanzar prototipos, herramientas internas y soluciones específicas en cuestión de días o semanas, no meses. Esto permite a los «citizen developers» (empleados con poco o ningún conocimiento de programación que crean soluciones para sus propios equipos) resolver sus problemas sin depender completamente del departamento de IT. Para las startups, significa validar ideas rápidamente con una inversión inicial menor.

Sin embargo, para muchos desarrolladores profesionales, estas plataformas pueden sonar como el inicio del fin. ¿Será que ya no seremos necesarios si cualquiera puede «programar»? La preocupación es legítima, pero la realidad es más matizada. Si bien es cierto que ciertas tareas repetitivas o la creación de aplicaciones muy básicas podrían ser absorbidas por estas herramientas, el rol del desarrollador no desaparece, sino que se transforma.

El rol cambiante del desarrollador: De codificador a arquitecto y especialista

Aquí es donde reside la clave: el desarrollador no se vuelve obsoleto, sino que evoluciona. En lugar de pasar horas escribiendo código boilerplate o configurando bases de datos para cada pequeña aplicación, el profesional puede enfocarse en problemas más complejos y de mayor valor.

Los nuevos enfoques incluyen:

  • Arquitectura de sistemas: Diseñar la infraestructura subyacente que las plataformas Low-code/No-code consumen. Esto incluye definir APIs, gestionar la integración entre sistemas y asegurar la escalabilidad.
  • Extensión y personalización: Las soluciones Low-code/No-code rara vez cubren el 100% de las necesidades de una empresa. Aquí es donde los desarrolladores entran en juego, escribiendo código a medida (plugins, conectores, funciones personalizadas) para extender las capacidades de estas plataformas.
  • Integración de sistemas complejos: Conectar las aplicaciones Low-code/No-code con sistemas legados, bases de datos complejas o servicios de terceros. Esto requiere un profundo conocimiento de APIs, protocolos y seguridad.
  • Seguridad y gobernanza: Asegurar que las aplicaciones creadas con estas herramientas cumplan con los estándares de seguridad, privacidad y cumplimiento normativo. Esto es crucial en entornos empresariales.
  • Mentoría y habilitación: Guiar a los «citizen developers», establecer buenas prácticas y asegurar que las soluciones creadas sean robustas y mantenibles.

En definitiva, las plataformas Low-code/No-code no están aquí para reemplazar a los desarrolladores profesionales, sino para complementar su trabajo. Están cambiando el «qué» programamos, pero no el «por qué» o el «cómo» pensamos lógicamente.

Low Code

Adaptarse es la clave: Habilidades para el nuevo paisaje

La adaptabilidad siempre ha sido una característica de los mejores desarrolladores, y en esta era Low-code/No-code, es más importante que nunca. Para prosperar, los profesionales de la programación pueden considerar desarrollar las siguientes habilidades:

  • Dominio de plataformas Low-code/No-code: Entender cómo funcionan estas herramientas, sus limitaciones y sus fortalezas. Convertirse en experto en una o varias de ellas puede abrir nuevas puertas.
  • Conocimiento de arquitecturas orientadas a servicios (SOA) y microservicios: La capacidad de diseñar sistemas modulares que puedan ser fácilmente consumidos y extendidos por herramientas visuales.
  • Pensamiento crítico y resolución de problemas: Las herramientas visuales simplifican la implementación, pero no la lógica de negocio. La habilidad para desglosar problemas complejos y diseñar soluciones eficientes sigue siendo fundamental.
  • Habilidades de comunicación y colaboración: Trabajar de cerca con usuarios de negocio y «citizen developers» para traducir sus necesidades en soluciones técnicas, ya sean codificadas o visuales.
  • Enfoque en la seguridad y la escalabilidad: Asegurar que las soluciones no solo funcionen, sino que lo hagan de manera segura y eficiente a medida que crecen.

Conclusión: Una sinergia poderosa, no una sustitución

En definitiva, las plataformas Low-code/No-code no están aquí para reemplazar a los desarrolladores profesionales, sino para complementar su trabajo. Están cambiando el «qué» programamos, pero no el «por qué» o el «cómo» pensamos lógicamente. Los desarrolladores que abracen estas herramientas y vean en ellas una forma de potenciar la productividad y enfocar sus esfuerzos en desafíos más interesantes, serán los que lideren el camino en 2025 y más allá.

Es una oportunidad para liberarse de las tareas monótonas y ascender en la cadena de valor, convirtiéndose en arquitectos de soluciones, integradores y expertos en el rendimiento y la seguridad. El futuro del desarrollo es híbrido, donde el código tradicional y las herramientas visuales coexisten para construir aplicaciones más rápido y de manera más eficiente que nunca.

¿Listo para adaptarte y liderar la próxima ola del desarrollo de software? En un mundo donde las plataformas Low-code/No-code están redefiniendo el panorama, la base sólida en programación es más valiosa que nunca. Te invitamos a dar el siguiente paso en tu carrera y a fortalecer tus habilidades con nosotros.

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